Bienvenidos a un Rincón de la Historia Inexplorada
Así que, has decidido quedarte un poco más. Imagina que nuestra conversación se da en una acogedora cafetería, donde las luces son tenues y el aroma del café recién hecho envuelve todo. Hoy, tengo una historia fascinante que compartir contigo; una historia que se despliega en un contexto donde la medicina luchaba en la oscuridad de la ignorancia, y donde uno de sus más grandes héroes fue empujado hacia la locura y la tragedia.
Permíteme presentarte a Ignaz Semmelweis, un hombre cuyo nombre puede que no resuene en tu mente, pero cuya historia ilumina los rincones más oscuros de la medicina del siglo XIX. En un tiempo donde la higiene era un concepto prácticamente inexistente entre la comunidad médica, Semmelweis se adentró en un mundo de necedad que no solo lo sometió al desprecio, sino que lo llevó hacia un destino trágico.
El Nacimiento de un Visionario
Nació en Buda, una de las partes más antiguas de lo que hoy conocemos como Budapest, un 1 de julio de 1818. Ignaz Philipp Semmelweis, el quinto de diez hijos, vino al mundo en una familia de ascendencia alemana que, a pesar de vivir en la desesperación de la pobreza, logró establecer un pequeño imperio en el comercio de alimentos. Desde pequeño, Semmelweis mostró rasgos que lo hacían destacar; era un niño talentoso y feliz que amaba aprender.
Sin embargo, el camino que eligió no fue el que él deseaba inicialmente. Según la presión de su padre, entró a la facultad de derecho, pero su corazón, como un buen amigo que nunca deja de llamar, lo llevó hacia la medicina. Una vez que asistió a un curso de anatomía, se dio cuenta de que su destino estaba sellado. Fue así como comenzó su viaje en el ámbito médico, un camino que cambiaría la historia.
La Cruenta Realidad del Parto
A medida que Semmelweis se adentraba en su formación médica, se enfrentó a una espantosa realidad. El “fiebre puerperal”, o lo que hoy conocemos como sepsis, acababa con la vida de innumerables mujeres en el parto, y las cifras eran abrumadoras: más del 90% de las mujeres que contraían esta infección morían. La necromancia del siglo XIX estaba en su apogeo, y la ignorancia era el veneno que alimentaba la tragedia.
Los médicos de la época creían firmemente que las enfermedades eran el resultado de «miasmas»; por tanto, abrir ventanas y permitir la circulación de aire puro se convirtió en la norma. Cual gargolas de piedra, sus teorías eran rígidas, y con cada parturienta que moría, el terror creciente se apoderaba de la sociedad.
Semmelweis, con su astucia académica, fue asignado al Wiener Allgemeine Krankenhaus, un hospital de renombre, donde pudo asistir a autopsias de mujeres fallecidas por fiebre puerperal. Las preguntas lo acosaban, como sombras inquietas que lo seguían: «¿Qué causaba esta terrible epidemia? ¿Por qué la diferencia abismal entre clínicas?»
La Revelación en la Oscuridad
Siguiendo su instinto, Semmelweis se encontró en medio de un abismo de cifras y estadísticas, analizando cuidadosamente cada detalle del proceso de atención médica. Así, se dio cuenta de que existía una correlación asombrosa entre la mortalidad en las mujeres y la práctica de autopsias realizadas por los estudiantes de medicina. La epifanía llegó como un rayo de luz atravesando un cielo nublado: ¡las manos de los médicos estaban contaminadas!
Imagina la tormenta de pensamientos, los rayos de revelaciones en su mente, mientras comprendía que la infección era el resultado de la contaminación producida por las manos de aquellos que habían estado tocando cadáveres y luego acudían para atender a las parturientas. Su propuesta para lavar las manos con una solución de cloro antes de atender a las mujeres fue recibida con burla y desdén. Sus colegas, quedaron atrapados en las redes de la tradición, negándose a abrazar la verdad.
Un Hombre Combatido por la Fuerza del Desprecio
El camino tras la revelación no fue un paseo por el parque. Semmelweis se convirtió en un paria entre sus colegas. A pesar de los notable descensos en la mortalidad que sus prácticas de higiene habían logrado, fue ignorado y ridiculizado. La medicina de su tiempo era un sistema feudal, y él, un rebelde.
Este médico, quien había dedicado su vida a prevenir la muerte de innocentes, fue visto como un loco, un alborotador que ponía en peligro la venerada tradición médica. Su vida personal también sufrió. Su primer hijo falleció trágicamente y sus dos siguientes hijos también murieron en la infancia. La carga de saber que, en cierta medida, pudo haber salvado vidas lo martilló en su interior.
Del Brillo de la Esperanza a la Oscuridad de la Locura
Sin embargo, el sufrimiento de Semmelweis no terminó ahí. En su búsqueda para ser escuchado, se dirigió a la comunidad médica internacional con publicaciones y cartas al más alto nivel. A pesar de que algunas personas empezaron a reconocer su trabajo, la aceptación general seguía siendo un sueño inalcanzable. La controversia se intensificó, y la presión comenzó a hacer mella en su salud mental.
Finalmente, el mundo que una vez lo había aclamado como evidentes avances ahora se convertía en una prisión de dudas y críticas. La falta de reconocimiento lo hundió en profundas depresiones. En su desesperación por encontrar respuestas y, tal vez una reconciliación con la medicina, enviaba cartas enérgicas, con ardor, a aquellos que se atrevieron a desafiar sus teorías, a quienes consideraba cómplices del sufrimiento que todo su trabajo había buscado evitar.
El Final Trágico de un Héroe Olvidado
El clímax de su triste historia llegó en 1865, cuando fue internado en una institución mental. La frialdad de los barrotes y el azote del desprecio habían reducido su espíritu a escombros. En este lugar, su enfermedad no fue tratada con compasión, sino con brutalidad. Según los informes, fue golpeado por el personal del lugar, sufriendo violencias que terminaron por consumir la chispa vital que le quedaba.
Su muerte, a los 47 años, fue un punto culminante de su lucha; fue un heroísmo aplastado por el peso de una humanidad que se negaba a mirar lo obvio. Apenas un siglo después de su muerte, su legado fue redescubierto y finalmente se reconocieron sus contribuciones pioneras a la medicina moderna.
La Larga Sombra de Semmelweis
A pesar de su trágico final, la historia de Semmelweis resuena en los anales de la medicina. Su trabajo rompió las cadenas de un sistema que valoraba más la tradición que la ciencia. En la actualidad, su historia se ha convertido en una lección perdurable sobre la importancia de la higiene en la atención médica y la responsabilidad que tienen los médicos de salvaguardar la vida humana.
No obstante, incluso su legado se ha visto envuelto en la controversia. Reconocimientos tardíos y su aclamada teoría de la lavado de manos finalmente encajaron en el rompecabezas del avance médico gracias a Louis Pasteur y otros pioneros que, lamentablemente, tuvieron que vivir con el peso de la historia que no fue escrita a su favor.
Mientras sorbes tu café, reflexiona sobre esta historia. ¿Cuánto dolor puede llevarse un hombre en pos de la verdad? ¿Cuántas vidas se han salvado gracias a su lucha, y cómo a menudo la historia olvida a sus héroes? En cada sorbo de tu taza, haz un brindis por Ignaz Semmelweis, un hombre que desafió a una civilización ciega y que, a pesar de su destino trágico, dejó una huella indeleble en el tejido de la medicina. ¿Qué opinas tú de su historia?
Un ejemplo de la terca realidad… Excelente publicación, muchas gracias, Raquel y Pedro.
He visto muy pocos videos tuyos pero me encanta que pronuncies bien los nombres y palabras en Alemán asi me ayudas repasar.
Qué gran relato, es una delicia escucharte.
Brillante!!!! Gracias.
Tristemente esto sigue ocurriendo a día de hoy en muchos aspectos de la vida cotidiana
Un millón de gracias
Lo admiro profundamente hace mucho. Ignacio Felipe Semelweiss. Mucho antes de Lister. Desgraciadamente, no se le reconoce como se debería
He llorado con este video. Mi esposa está embarazada y no imagino la culpa del medico Michaelis o la que sentia Semmelweis al saber que sin querer quizás habían sido culpables de tantas muertes, ver a las mujeres y sus niños morir debe haber sido terrible para ellos, para todos los que alguna vez murieron en pos de la ciencia y fueron juzgados como locos y asesinados siempre saldran a la luz y seran puestos en el lugar que les corresponde y a esos detractores, la historia los juzgará.
¡Gracias!
mi opinión: una vida poética…
triste, pero muy relevante.
Hay si q pena pero allá en el cielo está muy bien
😢😢😢Pobre sr Semelbace,maldita ignorancia…
Si no te quemaba la santa inquisicion,te mataban tus colegas.Que horror!El lado oscuro de los científicos.Que injusticia para este gran doctor.
Lo que hace la ignorancia…
Y les urgía darle la alta Pará no ser demandados por responsables de la información que causó la muerte…y así muchos pacientes.. no por nada muchos les llaman mata sanos…
Que horror que hasta el día de hoy en hospitales se sigan infectando los pacientes que van a operarse y todo por falta de higiene, y es lo mismo de antes ahora los doctores que no aceptan sus culpas., él esposo de mi hermana murió hacé un año después de una operación que según el doctor todo había salido bien…..y luego que pasó que el quirófano estaba infectado y por ende los pacientes que les tocó la mala suerte ..
En realidad lo asesinaron en el manicomio , qué terror de historia , fue un héroe , los médicos de esa época eran unos inútiles asesinos.
Excelente relato, como nos tienes acostumbrados… Respetuosos saludos
Y la historia sigue. Por que hay lugares donde dar una luz al conocimiento es mas ir contracorriente.
un ejemplo de que el ego de los medicos es infinito
Que tristeza su final… tanta pasion apagada por el egoísmo… Creo q tendré mas presente el principio d Planck… Gracias
Gracias por compartir tu video ❤
Además de estar de acuerdo con mucho de lo comentado, hay que decir que la mentalidad conservadora en Ciencia, y posiblemente en casi todos los campos, es perjudicial. Eso no quiere decir que las nuevas ideas sean correctas por nuevas, pero los conservadores carecen de espíritu crítico para aceptar errores y evidencias. Y si además tienen influencia económica o política solo entorpecen. Este no es el único ejemplo en la historia de la ciencia, incluso ocurre en la actualidad.
Conocí esa historia y la disfruto siempre con la misma pasión. Semelweis fue víctima de la estupidez que reina en k sociedad
Buenisimo.. gracias Raquel. Me gustaría trataras la historia de René Quinton, tambien ignorado y olvidado por la ciencia moderna incluso mas de un siglo de su muerte. Muchas gracias.
El caso de Ignaz Semmelweis, más que un avance de la medicina, es una vergüenza para la medicina y sus colegas contemporáneos; todo lo que le interesaba a sus jefes era conservar su trabajo, y les importaba poco la vida humana. Algo parecido hay ahora en la burocracia médica: es más importante el puesto, el prestigio y el dinero, antes que la salud de los pacientes.
Gracias a personas tan tenaces como él se ha avanzado. Es una pena que los que le impedirán la propagación de sus teorías se deban a causa de Egos de sus compañeros o para evitar gastos!! Qué valor las mujeres que se quedaban embarazadas !!
Muchas veces hay que estar dispuesto a aprender a desaprender, y así dejar conocimientos que ya no son prácticos.
Terrible. Que historia!
En un mundo donde los invesiles gobiernan el mundo el mayor pecado que puedes cometer es ser inteligente.. una desgracia lo de ese pobre hombre, vivió todo un infierno por querer salvar la vida de millones de mujeres
Enhorabuena por tu relato. Me has dado a conocer a un gran hombre que acabó víctima de la ignorancia y la envidia. Me han salido lágrimas por su triste final.
Gracias Doctor Semmelweis por sus avances en la asepsia. Paz en su tumba.
Gracias pordivulgarlo
La historia esta repleta de injusticias cubiertas por el miedo de la gente sin embargo avanza la ciencia por heroes como este sr Ignaz Semmelweis
😮 Que triste, y que diciente
Qué video y qué tristeza que muchos médicos a través de los tiempos sean capaces de todo en su interés de conservar prestigio, influencias y poder.
En este momento estoy llorando como más de uno de los que habéis visto el documental, los descendientes de estos dos luchadores por la verdad se deben de sentir muy orgullosos de su antepasado y llevar su apellido con honor y honra, personas así se necesitan hoy, bueno ya las hay y también están sufriendo el descrédito
Que el Homo Sapiens, rara vez es auténticamente sapiens.
La Historia de la Medicina es aterradora, sobretodo donde los intereses personales y políticos han obstruido el avance de la verdad basada en la evidencia.
Magnífico como todos gracias
En la biblia, ya se aconseja lavar las manos.. pobre doctor, que injusticia
Hay mucha soberbia en la práctica médica, aún en nuestros días
Así es personas adultas con mentes cerradas
Me apasiona gracias!!
Que gusto escuchar las historias. Su voz es muy agradable y clara . Muchas gracias. ❤
Muchas gracias de nuevo por otro excelente vídeo, Raquel y Pedro. Muy triste e irritante la historia de este médico al que defender sus correctas y comprobadas teorías le costó la vida. Soy médico y puedo afirmar que, lamentablemente, todavía ocurre que muchos colegas llevan las orejeras puestas y son reacios no ya a admitir, sino ni siquiera a aceptar la posibilidad de que puede haber otras explicaciones que se salen de las convenciones establecidas para explicar casos tildados de “idiopaticos”, es decir, de causa desconocida. En fin, la falta de una mente abierta a indagar otras posibilidades siempre ha hecho mucho daño a la humanidad.
Que linda historia y triste así es y ha sido los mejores son mal ibterpretados😢
¡Excelente! Muchas gracias. 😃